La Confluencia de Jarabacoa se convirtió el domingo en el epicentro mundial del merengue, donde se cantó, se bailó y se disfrutó a lo grande con ídolos y leyendas que gracias a sus carismas y talentos volaron a la máxima altura de la calidad desde la montaña.
El “Súper Ultra Merengazo de Jarabacoa” abrió con la banda local Osvaldo y sus Clásicos, a manera de bienvenida, con un tributo a Raffy Matías, para dar paso al acordeón de Fefita La Grande, quien de inmediato puso al público en movimiento con “Vamos a hablar inglés” y más.
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El derroche de calidad continuó con El Mayimbito Alex Bueno, quien transportó a sus seguidores a una época de oro del merengue: “Que cara más bonita”, “Corazón de madera” y “Me muero por ella”, encendieron aún más al masivo público.
Llegó el turno del gigante Wilfrido Vargas, un ícono que revolucionó el merengue y fue uno de los principales vectores de la internacionalización del ritmo que es hoy Patrimonio de la Humanidad: “El africano”, “El jardinero”, “El hombre divertido” y “Comején”. Ramón Orlando y su padre Cuco Valoy dieron una demostración del poder musical que los une, mientras Steffany Constanza logró una conexión directa con la multitud que la recibió con aplausos.
El místico y tradicional sonido de los gigantes del merengue, el Conjunto Quisqueya, le dio inicio a las navidades con ese sonido auténtico e inigualable, cargado de su “mismito sabor”, y Eddy Herrera tuvo una presentación espectacular. Como siempre, Fernando Villalona hechizó a los asistentes con su repertorio, en tanto Jandy Ventura y el Legado montaron un sensacional y electrizante concierto. El domingo finalizó con Omega, Ala Jazá, Kinito Méndez, Pochy Familia y el Jeffrey, para un cierre brillante y espectacular del “Súper Ultra Merengazo de Jarabacoa”.
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